E
Escapada a:
Ciudad Rodrigo
Aveiro
Monasterio de Batalha
Lisboa
Sábado 18 de abril de 2009.
Dos Hermanas (Sevilla) - Cáceres
Pernocta: Camping “Ciudad de Cáceres”
N 39°29'18" ; W 06°24'49"
Dos Hermanas (Sevilla) - Cáceres
Pernocta: Camping “Ciudad de Cáceres”
N 39°29'18" ; W 06°24'49"
Un inoportuno problema en el ajuste de la alarma que nos han instalado en la AC, nos retrasa un poco la hora de salida. Teníamos previsto salir a primera hora de la mañana y no podemos hacerlo hasta las doce.
Es nuestro segundo viaje con la nueva auto caravana. Aunque un poco mayor que la Knaus, la Rápido que acabamos de estrenar, se conduce magníficamente, eso si, una vez que uno se habitúa al cambio automático. Lar circulación por la autovía de la Vía de la Plata se hace agradable, aunque bien es verdad que se hecha en falta algún área de descanso. Antes de llegar a los nuevos túneles que salvan la “Media Fanega”, comienza una ligera llovizna, llovizna que en tierras extremeñas, a la altura de Monesterio, comienza a arreciar y ya no nos abandonará en toda la tarde.
Hasta no hace mucho tiempo, la antigua N630 atravesaba Monesterio, ahora la nueva autovía circunvala este bonito pueblo, puerta de Extremadura viniendo desde Andalucía, que siempre justifica una parada si se quieren degustar los incomparables jamones y chacinas extremeñas.
Decidimos parar a comer algo una vez pasada Mérida y paramos en una gasolinera/área de servicio a la que se accede inmediatamente después de cruzar el puente del Guadiana. Pilar prepara algo ligero en la propia AC, mientras que yo aprovecho para estirar un poco las piernas.
La idea inicial es llegar a dormir a Ciudad Rodrigo, sin embargo la lluvia que ahora ya cae constantemente, el cansancio y mi deseo de mostrarle a Pilar la Sierra de Gata con cierto detenimiento, nos hace decidirnos a pernoctar en Cáceres. La bella ciudad extremeña.
Es nuestro segundo viaje con la nueva auto caravana. Aunque un poco mayor que la Knaus, la Rápido que acabamos de estrenar, se conduce magníficamente, eso si, una vez que uno se habitúa al cambio automático. Lar circulación por la autovía de la Vía de la Plata se hace agradable, aunque bien es verdad que se hecha en falta algún área de descanso. Antes de llegar a los nuevos túneles que salvan la “Media Fanega”, comienza una ligera llovizna, llovizna que en tierras extremeñas, a la altura de Monesterio, comienza a arreciar y ya no nos abandonará en toda la tarde.
Hasta no hace mucho tiempo, la antigua N630 atravesaba Monesterio, ahora la nueva autovía circunvala este bonito pueblo, puerta de Extremadura viniendo desde Andalucía, que siempre justifica una parada si se quieren degustar los incomparables jamones y chacinas extremeñas.
Decidimos parar a comer algo una vez pasada Mérida y paramos en una gasolinera/área de servicio a la que se accede inmediatamente después de cruzar el puente del Guadiana. Pilar prepara algo ligero en la propia AC, mientras que yo aprovecho para estirar un poco las piernas.
La idea inicial es llegar a dormir a Ciudad Rodrigo, sin embargo la lluvia que ahora ya cae constantemente, el cansancio y mi deseo de mostrarle a Pilar la Sierra de Gata con cierto detenimiento, nos hace decidirnos a pernoctar en Cáceres. La bella ciudad extremeña.
Domingo 19 de abril de 2009.
Cáceres - Ciudad Rodrigo
Pernocta: Camping “La Pesquera”
N 40° 35' 31.6392"; W 06° 32' 3.444"
Cáceres - Ciudad Rodrigo
Pernocta: Camping “La Pesquera”
N 40° 35' 31.6392"; W 06° 32' 3.444"
Hacía tiempo que queríamos visitar Ciudad Rodrigo. En no pocas ocasiones, cuando regresamos al Sur por la Vía de la Plata, habíamos previsto ir hasta esta bonita villa.
Nos levantamos temprano. La lluvia que se hizo presente durante toda la tarde de ayer, ha dejado paso a un esplendido día que nos invita a disfrutar del viaje. Desayunamos en la cafetería/restaurante del camping, restaurante en el que en otras ocasiones hemos degustado la singular cocina extremeña y que recomiendo sin reparos.
Poco después de las ocho de la mañana, nos ponemos en camino. Circulamos por la Vía de la Plata y pasamos el nuevo puente sobre el Tajo, allí donde el “río casi se hace mar” en el embalse de Alcántara. Dentro de pocos días nos volveremos a encontrar, ahora haciéndose mar de verdad en la bellísima capital portuguesa. En el cruce con la EX 371, algo más de 40 kmts. desde que salimos, tomamos esta carretera autonómica, amplia y de excelente firme que, con un trazado sin complicaciones, nos llevará hasta la EX109, poco antes de llegar a Torrejoncillo. Nos dirigimos ahora en dirección a Coria. Nuestra intención es detenernos durante un rato en Coria y visitar algo de lo más significativo de esta bella ciudad, sobre todo su célebre catedral. Poco antes de llegar al núcleo urbano, el amable empleado de una gasolinera donde paramos a repostar, nos indica un par de sitios donde poder aparcar la autocaravana. Mi gozo en un pozo, en ninguno de los dos, una plaza y un solar, nos es posible estacionar y después de dar un par de vueltas por la ciudad, sin rumbo fijo y con el único animo de aparcar, volvemos a circular por la EX 109, dirección Ciudad Rodrigo. Dejamos para otra ocasión nuestra visita a Coria.
Salimos de Coria por la EX 109 y antes de cruzar el puente sobre el río Arrago, nos detenemos para admirar el esplendido paisaje de las estribaciones de la Sierra de Gata que desde aquí se puede disfrutar. La carretera discurre ahora por una suave pendiente que nos llevará hasta Perales del Puerto, y desde allí, unas rampas que la AC sube con comodidad, pero que me traen a la memoria otro viaje, este en bicicleta, en que la subida al Puerto de Perales se me hizo bastante más dura. Conducir por estas carreteras de montaña y media montaña no resulta especialmente complicado, sólo mantener la atención y no distraerse con las esplendidas vistas que podemos disfrutar detrás de cada curva.
La EX 109 se convierte en la CL 526 ya en tierras de Castilla-León. Por Villas Rubias y, más aún, por Robleda, el terreno se hace más llano y antes de llegar a Bodón, cruzamos sobre el río Agueda antes de que sus aguas remansen en el embalse que regulará su curso para bañar las murallas de Ciudad Rodrigo. Comenzamos a ver la bella ciudad que fundara el Conde Rodrigo Fernández y que reconstruyera Fernando II, rey de León. Nos dirigimos directamente al camping que resulta ser algo cutre pero con la ventaja de su situación, muy cerca de la muralla. Una vez instalados, un agradable paseo hasta cruzar el puente sobre el río Agueda y enseguida nos encontramos ante la esplendida Puerta de la Colada por la que entramos a la ciudad amurallada.
Pasear por Ciudad Rodrigo en un día esplendido como hoy es una verdadera delicia. Las puertas de la muralla, especialmente la Puerta del Sol y la de Santiago. Su magnífica Plaza Mayor con el edificio del ayuntamiento al fondo. La catedral de Santa María. Toda la ciudad invita a la calma y al sosiego, es como si el tiempo se hubiera detenido entre estas centenarias piedras.
Nos levantamos temprano. La lluvia que se hizo presente durante toda la tarde de ayer, ha dejado paso a un esplendido día que nos invita a disfrutar del viaje. Desayunamos en la cafetería/restaurante del camping, restaurante en el que en otras ocasiones hemos degustado la singular cocina extremeña y que recomiendo sin reparos.
Poco después de las ocho de la mañana, nos ponemos en camino. Circulamos por la Vía de la Plata y pasamos el nuevo puente sobre el Tajo, allí donde el “río casi se hace mar” en el embalse de Alcántara. Dentro de pocos días nos volveremos a encontrar, ahora haciéndose mar de verdad en la bellísima capital portuguesa. En el cruce con la EX 371, algo más de 40 kmts. desde que salimos, tomamos esta carretera autonómica, amplia y de excelente firme que, con un trazado sin complicaciones, nos llevará hasta la EX109, poco antes de llegar a Torrejoncillo. Nos dirigimos ahora en dirección a Coria. Nuestra intención es detenernos durante un rato en Coria y visitar algo de lo más significativo de esta bella ciudad, sobre todo su célebre catedral. Poco antes de llegar al núcleo urbano, el amable empleado de una gasolinera donde paramos a repostar, nos indica un par de sitios donde poder aparcar la autocaravana. Mi gozo en un pozo, en ninguno de los dos, una plaza y un solar, nos es posible estacionar y después de dar un par de vueltas por la ciudad, sin rumbo fijo y con el único animo de aparcar, volvemos a circular por la EX 109, dirección Ciudad Rodrigo. Dejamos para otra ocasión nuestra visita a Coria.
Salimos de Coria por la EX 109 y antes de cruzar el puente sobre el río Arrago, nos detenemos para admirar el esplendido paisaje de las estribaciones de la Sierra de Gata que desde aquí se puede disfrutar. La carretera discurre ahora por una suave pendiente que nos llevará hasta Perales del Puerto, y desde allí, unas rampas que la AC sube con comodidad, pero que me traen a la memoria otro viaje, este en bicicleta, en que la subida al Puerto de Perales se me hizo bastante más dura. Conducir por estas carreteras de montaña y media montaña no resulta especialmente complicado, sólo mantener la atención y no distraerse con las esplendidas vistas que podemos disfrutar detrás de cada curva.
La EX 109 se convierte en la CL 526 ya en tierras de Castilla-León. Por Villas Rubias y, más aún, por Robleda, el terreno se hace más llano y antes de llegar a Bodón, cruzamos sobre el río Agueda antes de que sus aguas remansen en el embalse que regulará su curso para bañar las murallas de Ciudad Rodrigo. Comenzamos a ver la bella ciudad que fundara el Conde Rodrigo Fernández y que reconstruyera Fernando II, rey de León. Nos dirigimos directamente al camping que resulta ser algo cutre pero con la ventaja de su situación, muy cerca de la muralla. Una vez instalados, un agradable paseo hasta cruzar el puente sobre el río Agueda y enseguida nos encontramos ante la esplendida Puerta de la Colada por la que entramos a la ciudad amurallada.
La Plaza Mayor, al fondo el Ayuntamiento |
Lunes 20 de abril de 2009.
Ciudad Rodrigo - Costa Nova (Aveiro)
Pernocta: Camping “Costa Nova”
N40º35´59.59´´; W8º45´05.33´´
Pernocta: Camping “Costa Nova”
N40º35´59.59´´; W8º45´05.33´´
Nos levantamos sin prisa y preparamos el desayuno en la auto. Con el recuerdo vivo del magnífico día pasado en Ciudad Rodrigo, salimos hacia Aveiro. Es la primera vez que viajamos a Portugal al norte de Lisboa, aunque nos es muy grato viajar al país hermano, lo cierto es que hasta ahora nos habíamos limitado a recorrer El Algarve y El Alentejo y, por supuesto Lisboa, ahora y siguiendo las recomendaciones de nuestra querida amiga Ana Bernardo vamos a conocer Aveiro.
Aveiro, a medio camino entre Lisboa y Oporto fue hasta finales del siglo XVI una ciudad costera con un activo puerto donde fondeaba una importante flota bacaladera. En 1575 una fortisima tempestad cerró la laguna y el puerto comenzó a cegarse y no fue hasta principios del siglo XIX, cuando se volvió a abrir un cauce entre la ria y el oceano, devolviendo a la ciudad y su área de influencia su pasado marinero.
Nuestra previsión es llegar a Costa Nova, en la parte sur de la ría, para instalarnos en un camping del que tengo buenas referencias y desde allí, en autobús, trasladarnos a Aveiro. El TomTom me indica algo más de 230 kmts. a destino, si todo va bien llegaremos para la hora de comer. Desde que salimos de Ciudad Rodrigo circulamos por la A62 E80, autovía que al pasar a Portugal se transforma en la A25 E80. La conducción es cómoda, el trazado de la carretera, con dos carriles en cada sentido, serpentea por la "Serra da Estrella" en constante subida hasta que a la altura de Guarda comienza un continuo sube y baja con frecuentes curvas, ya una vez hemos pasado Viseu, según nos aproximamos al mar, la calzada se va haciendo más llana y los tramos rectos son ahora más significativos.
Típicas casas de madera en Costa Nova |
Entrada del camping Costa Nova |
Nuestra "Rápido" |
Playa en Costa Nova |
Martes 21 de abril de 2009.
Aveiro
Pernocta: Camping “Costa Nova”
N40º35´59.59´´; W8º45´05.33´´
Pernocta: Camping “Costa Nova”
N40º35´59.59´´; W8º45´05.33´´
Nos levantamos temprano y sin desayunar, sólo con un café que nos ayuda a despertarnos, nos vamos a la parada del bus. Costa Nova, un antiguo poblado de pescadores, es ahora una población orientada hacia el turismo, pero que sin embargo conserva bastante de su antiguo encanto. A menos de un kmt. del camping para el autobús que nos llevará al centro de Aveiro. Como siempre ocurre en los recorridos de estos autobuses urbanos, este se adentra por barrios y urbanizaciones a los que presta servicio, haciendo que el trayecto que podría hacerse en 15 minutos, se prolongue más allá de 45, a cambio se obtiene una visión de la ciudad y sus alrededores más autentica, menos "turística". Llegamos a la estación de autobuses y nos disponemos a ejecutar el plan previsto, a saber:
- Desayunar. No hemos desayunado en la auto porque queremos hacerlo en una de esas deliciosas cafetería/pastelería que tanto abundan en cualquier ciudad portuguesa, sea grande o pequeña. Efectivamente, en un establecimiento con aire antiguo servido por un amable señor, degustamos unos excelentes cafés y unos exquisitos dulces.
- El bus nos ha dejado cerca de la estación de ff.cc. La antigua estación, conserva en un estado más que aceptable, paños de azulejos que reflejan la vida cotidiana y algunos de los principales monumentos de Aveiro. Pilar que de pequeña esperaba junto a su padre, trabajador a la sazón de la prestigiosa fábrica de cerámica trianera Mensaque, a que abrieran las puertas de su colegio y convertida ella misma con el tiempo en una hábil artesana de este noble arte, se maravilla al contemplar estos maravillosos tonos azules.
Azulejos en la estación de Aveiro |
Preciosa fachada modernista |
Comemos en el centro, cerca de la catedral, en una típica "Casa de Comidas" que nos ofrece una excelente relación calidad/precio y dedicamos la tarde a pasear sin rumbo fijo, entre las calles y los canales de esta bella ciudad.
"Moliceiro" por el Canal Central |
Miércoles 22 de abril de 2009.
Costa Nova (Aveiro) - Monasterio de Batalha (Area de autocaravanas)
N39º39´37.27´´; W8º49´32.96´´
N39º39´37.27´´; W8º49´32.96´´
La visita a Aveiro ha cubierto ampliamnete todas nuestras expectativas. Efectivamente Ana estaba en lo cierto al describrnos con entusiasmo los atractivos de la ciudad.
Nuestro plan para hoy es visitar el monasterio de Santa María de Batalha.
Salimos de Costa Nova y programo el gps para evitar autopistas, el navegador señala 119 kmts. Circulamos hacía el Sur por la misma carretera que nos trajo hasta el camping y enseguida, cruzando por pueblos y urbanizaciones, llegamos a la N 109, dirección Figueira da Foz y luego hacia Leiria. La zona densamente poblada, con multiples cruces y accesos a pueblos, obliga a una circulación lenta, las 2 horas y cuartos que preveía el TomTom, se traducen en la práctica en al algo más de 2 horas y media.
Llegamos a Batalha y aparece ante nosotros la imponente mole del monasterio. Sin el más mínimo problema, estacionamos nuestra auto en el área cuyas coordenadas se señalan más arriba, área por cierto bien equipada para llenar agua potable y desaguar grises y además magníficamente situada a escasos cinco minutos del monasterio.
Es muy difícil, al menos para mi, trasladar a la escritura la rotunda belleza de este colosal monumento. El gótico y el manuelino están esplendidamente representados en la Iglesia y en el maravilloso Claustro Real.
La Capilla del Fundador, pequeña estancia de planta octogonal bañada por una luz de múltiples tonos que es filtrada por primorosas vidrieras. Y que decir de la singularidad de las Capillas inacabadas. En fín todo el conjunto es digno de no sólo una visita, nosotros por nuestra parte, nos proponemos volver de aquí a unos meses.
Salimos de Costa Nova y programo el gps para evitar autopistas, el navegador señala 119 kmts. Circulamos hacía el Sur por la misma carretera que nos trajo hasta el camping y enseguida, cruzando por pueblos y urbanizaciones, llegamos a la N 109, dirección Figueira da Foz y luego hacia Leiria. La zona densamente poblada, con multiples cruces y accesos a pueblos, obliga a una circulación lenta, las 2 horas y cuartos que preveía el TomTom, se traducen en la práctica en al algo más de 2 horas y media.
Llegamos a Batalha y aparece ante nosotros la imponente mole del monasterio. Sin el más mínimo problema, estacionamos nuestra auto en el área cuyas coordenadas se señalan más arriba, área por cierto bien equipada para llenar agua potable y desaguar grises y además magníficamente situada a escasos cinco minutos del monasterio.
Monasterio de Santa María de Batalha |
La Capilla del Fundador, pequeña estancia de planta octogonal bañada por una luz de múltiples tonos que es filtrada por primorosas vidrieras. Y que decir de la singularidad de las Capillas inacabadas. En fín todo el conjunto es digno de no sólo una visita, nosotros por nuestra parte, nos proponemos volver de aquí a unos meses.
Una vista del Claustro |
Vidrieras de la Capilla del Fundador |
Miercoles 22 de abril de 2009.
Monasterio de Batalha (Area de autocaravanas) - Camping Monsanto (Lisboa
Nos vamos de Batalha con la firme decisión de volver y ponemos rumbo a Lisboa. El navegador me señala 151 kmts. y en esta ocasión no excluyo las autopistas de nuestra ruta. Atardece cuando de nuevo, una vez más llegamos al camping Monsanto con la intención de culminar este mágnífico viaje a orillas del Tajo paseando por esta bellísima ciudad. Pilar ante el elevador de Santa Justa |
En el "28" |
Sobre una colina, el Castillo de San Jorge |
Los más de 470 kmts. que nos separan de Dos Hermanas (Sevilla), los hacemos en casi siete horas tomandonos la ruta con tranquilidad.
Fotografías Pilar
Textos José María